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Juan Garmendia - Sesión 17
Juan Garmendia - Sesión 17

Sesión Nº 17

Sesión dedicada íntegramente al carnaval en el País Vasco y muy particularmente al carnaval de Tolosa.

Fragmentos de la sesión 17 (Transcripción)

El carnaval es una fiesta de las denominadas movibles. Movibles respecto al calendario. Arranca el domingo de Pascua, de resurrección. Sobre esto he escrito bastante. Evitando elucubraciones a cerca del origen del carnaval que se prestan a muchas interpretaciones, en pocas palabras podemos decir que es una fiesta de invierno. Celebrada desde tiempos que no se sabe, no se puede concretar. Como dice Pío Baroja, son las fiestas más completas del hombre, porque el carnaval lo tiene todo.

Prohibir los carnavales. ¿Por qué? Porque la dictadura siempre procura conservar el orden y este no casa bien con el carnaval, que es desorden. En Tolosa también se vio afectado seriamente, cómo no. Pero hay que darse cuenta que entonces la iglesia alentaba el carnaval y además el ayuntamiento era de predominio carlista. En plena guerra el carnaval se celebró en Tolosa, pero muy modestamente. Un día el alcalde fue denunciado al gobernador civil porque se celebró el carnaval. El alcalde, Juan Mocoroa, joven entonces, fue donde el gobernador. El gobernador le dijo, oye tú, como en Tolosa habéis celebrado el carnaval. Sabéis que esta prohibido terminantemente. Que no ocurra otra vez. Y el alcalde de Tolosa respondió, yo no sé el carnaval ¿desde cuando no se puede celebrar el triunfo de las tropas de Franco tomando una capital? Yo he celebrado en el pueblo la toma de Málaga por las tropas del generalísimo. Y eso descompuso al gobernador.

El carnaval rural es modesto, no puede ser de otra manera. Nace de la propia naturaleza del pueblo, al contrario de lo que ocurre con el carnaval urbano que es receptor.

En la colecta del carnaval se andaba con música, txistu o acordeón por lo general, y de puerta en puerta, de caserío en caserío. Todavía se conserva esa costumbre, hay pueblos, pocos, en los que se conserva eso. Se visitaba al cura, al alcalde y se recorría los sitios. Antes daban huevos con chorizo, ahora dan más que nada dinero. Y con lo que se recoge se reúnen los jóvenes a comer en determinado día.

Los caldereros propiamente no son del carnaval porque en el siglo XVII se celebraba el carnaval y no había caldereros. ¿Esto de dónde arranca? A los pueblos venían los húngaros, los caldereros, compón y caldera, arregla chocolatera, gritaban y andaban por el pueblo. La caldera era un útil indispensable en las familias y cuando se deterioraba se arreglaba. Se le daba a un calderero que por regla general era gente de fuera que venía y acampaba en los alrededores del pueblo. Pero los caldereros como número festivo arrancó en San Sebastián y los demás hemos copiado. Ya decía Aristóteles que el hombre es el ser más hábil para copiar.